
Ya tardaba en ocurrir esto, ¿no? Las pajitas de plástico, ese objeto que hay en todos los bares,
que parece inofensivo pero que realmente ocasiona muchísimos problemas
medioambientales, tiene los días contados. A partir de 2021, la UE aprobó que se pusiera fin a
los plásticos de un solo uso, entre ellos las dichosas pajitas.
¿Cuáles son las razones?
Estas pajitas de plástico que tanto consumimos al ser tan ligeras acaban muchas veces
en el mar aunque no se quiera. Cuando están en el mar se degradan muy lentamente
(tardan aproximadamente 500 años) en pequeñas piezas que muchos animales
confunden con comida y terminan hiriéndose al consumirlas.
Se ha calculado que más de un millón de animales mueren cada año como
consecuencia de estos plásticos innecesarios siendo España el país de Europa que más
pajitas consume (13 millones de pajitas al día).
Además, no se pueden reciclar. Al ser tan ligeras no pasan por los clasificadores de
reciclaje mecánico. Esto hace que terminen en lugares donde no deberían estar
dañando al ecosistema general.
Los cambios individuales hacen la gran diferencia.
Los hoteles y la restauración son los factores que más comprometen el ecosistema en este
sentido, es por ello que se está pidiendo un cambio legislativo global en ese aspecto desde
hace tiempo. Es más, en algunas ciudades de EEUU (Seattle, Washington, Malibu, etc…) ya se
han prohibido las pajitas, en algunos países se ha limitado su uso y otros están proponiendo
prohibiciones (como Belice, Taiwán e Inglaterra).
Algunas empresas en España están buscando ya el cambio y han optado por prohibir en su
política las pajitas de plástico, optando por opciones de bambú y cartón por ejemplo. Estas
opciones son biodegradables en el tiempo y cuentan con una producción más sostenible.
Y muchas veces el consumidor por inercia o costumbre también opta por consumir este objeto
innecesariamente, si muchos de nosotros optamos por no hacerlo más o sustituirlo por otra
alternativa, habremos dado un gran paso.
¿Por qué no se dejan de utilizar de cualquier modo?
Lo ideal sería no utilizar pajitas pero es verdad que hay muchas personas con discapacidades o
que tienen dientes o encías sensibles o problemas en la mandíbula. Por lo que, para estas
personas una pajita de vidrio o metal reutilizable, que se pueda llevar a cualquier sitio y limpiar
muchas veces, es la mejor opción.
En definitiva, somos el motor del cambio, tenemos muchas alternativas al plástico. No te dejes
por las costumbres, intenta cambiar en la medida de lo posible tus hábitos. Pequeños gestos
hacen grandes cambios, si cada uno de nosotros se centra en mejorar sus hábitos individuales
habremos dado un gran paso. Nosotros estamos en camino de crear una sociedad mejor y más
justa con el planeta, ¿por qué no te apuntas tú también?
Si estás planteándote más preguntas sobre este tipo de productos, ¡háznoslo saber!