Descripción
Ingredientes
Propiedades
La manteca de karité es un aceite que se extrae de la nuez del árbol Butyrospermum parkii, que crece de forma salvaje en la sabana de África central y occidental.
Durante mucho tiempo, la manteca de karité ha sido cosmético natural de las mujeres africanas, que lo utilizaban por sus propiedades hidratantes y nutritivas, ayudándoles a evitar la sequedad de la piel y a protegerles de los fuertes rayos solares. A su vez les permitía cuidar y proteger sus uñas y cabellos.
Su contenido en vitamina F, componente de las membranas celulares, mejora la elasticidad de la piel, evitando la descamación y la sequedad, por lo que es muy apropiada para tratar los labios resecos por el frío y el aire. Se utiliza en la composición de barras de labios y protectores solares.
Se recomienda su aplicación tras el afeitado, pues devuelve la hidratación natural de la piel, así como para los codos y pies resecos o agrietados.
La manteca de karité, usada en la preparación de cosméticos, deja la piel tersa, suave e hidratada, además de proporcionar una agradable sensación de bienestar y relajación.
Es un importante regenerador celular, por lo que se utiliza para prevenir estrías y arrugas.
¿Cómo usar un jabón sólido?
Tienes 3 opciones:
- Frotar el jabón directamente sobre la piel.
- Mojar el jabón, hacer espuma y usarla para frotar en el cuerpo.
- Mojar el jabón, meterlo en una manopla de rejilla de algodón u otro material, mojar la manopla y frotar por el cuerpo.
¿Cómo conservar el jabón después de su uso?
Dejarlo encima de una jabonera para evitar el encharcamiento, asegúrate que el agua tiene zona de escape, o que la pastilla de jabón queda elevada sobre la base, de esa forma se secará bien después de cada uso y evitarás desperdiciar jabón.